Although in the last few years Colombia has faced significant civil society mobilization, 2021 represented critical juncture in social mobilization that was the result of three converging crises. The COVID-19 pandemic, a health crisis, triggered an economic crisis that exacerbated existing social and economic inequalities. Together they aggravated a pre-existing governability crisis. Unions and other actors convened a national strike on April 28 and the violent police response ignited the protest. The strike lasted almost two months and framed the legislative and presidential elections in 2022. This paper analyzes these events, their effects, and the perspectives for the future.En los últimos cinco años los y las colombianas se han movilizado en diversas oportunidades. Sin embargo, las protestas del 2021 fueron una coyuntura política, resultado de la convergencia de tres crisis: una crisis de salud consecuencia de la pandemia de COVID-19. Esta a su vez desencadenó una crisis económica que exacerbó las desigualdades sociales y económicas que existen en el país. Juntas, estas dos crisis agravaron la crisis de gobernabilidad que se dio durante el gobierno del presidente Iván Duque. Los sindicatos y otros actores convocaron a un paro nacional el 28 de abril y la violencia policial con la que respondió el gobierno desencadenó movilizaciones más grandes. El Paro duró casi dos meses y fue determinante para las elecciones legislativas y presidenciales de 2022. Este artículo analiza estos eventos, sus efectos, y las perspectivas para el futuro.