El presente ensayo propone una serie de acciones preparatorias a la espera de la dictación del nuevo marco regulatorio chileno en materia de protección de datos personales. Como la regulación vigente resulta insuficiente, se hace necesario tomar decisiones a nivel directivo frente a otras variables regulatorias que se ciernen sobre la gestión de una determinada organización. En efecto, la entrada en vigencia del Reglamento Europeo de Protección de Datos Personales (conocido como GDPR, por sus siglas en inglés) con su alcance global, el alto grado de automatización y digitalización de los procesos y la muy próxima aprobación de un moderno marco regulatorio en la materia, hacen necesario que se realicen esfuerzos preparatorios, en modalidad de autorregulación voluntaria, para favorecer una transición operativa que asegure el cumplimiento gradual y efectivo de las nuevas reglas.