Sr. Editor: Todas las arañas, excepto los miembros de la  familia Uloboridae, son ponzoñosas, es decir producen sustancias tóxicas1. Sin embargo, sólo unas pocas especies pueden ser consideradas peligrosas para el ser humano. Son consideradas arañas peligrosas todas las que: a) poseen un veneno con actividad patógena para el  ser humano; b) viven donde éste habita o desarrolla sus actividades; y c) tienen los extremos anteriores de los quelíceros, finos y poderosos, que les permiten perforar la piel e inyectar su veneno 2.   Para Chile, previamente se han señalado como arañas peligrosas a las especies pertenecientes a los géneros Loxosceles, Latrodectus y Lycosa3; sin embargo, existen otros géneros, como Steatoda y Sicarius,  que también han sido considerados posteriormente como peligrosos 1.  Además de la peligrosidad que puede conllevar la introducción de  arañas foráneas de reconocido peligro, como el caso de Phoneutria sp. 3.   De todas las especies peligrosas en Chile, únicamente Loxosceles laeta (Sicariidae) (Nicolet, 1849) y Steatoda grossa (Theridiidae) (C. L. Koch, 1838) son arañas sinantrópicas o asociadas estrechamente con las viviendas  humanas1, 2,5 y, por tanto, las que podrían conllevar el mayor riesgo para las personas.  Paradójicamente, son precisamente las arañas sinantrópicas  las que han sido menos estudiadas, dejando un gran vacío respecto a las especies potencialmente peligrosas que conviven con el ser humano en ambientes urbanos.