Voluntad política versus evidencia científica en Reino Unido: ¿Verdadera amistad o relación temporal?
Author
Cabieses Valdés, Báltica; Enfermera-matrona, Magíster en Epidemiología UC, PhD(c) Health Sciences (health inequalities), University of York, UK. Docente investigador Universidad del Desarrollo- Clínica Alemana
Abstract
El 22 de junio del 2010 el Canciller de Reino Unido George Osborne presentó al parlamento el nuevo régimen de austeridad para recuperación financiera. Dicho presupuesto de emergencia augura 40 mil millones de libras esterlinas de ahorro presupuestario durante los próximos cinco años, a partir de cuatro grandes intervenciones: (1) aumento desde el 17.5% al 20% del IVA, (2) modificación al impuesto de los bancos, (3) recorte presupuestario al parlamento y (4) congelamiento de diversos beneficios sociales. Además, el Canciller indicó que estas medidas podrían generar recortes de hasta el 25% en aquellos centros del servicio nacional de salud (NHS) menos protegidos, pero que se intentaría resguardar la educación y la defensa pública durante este periodo (ver http://www.hm-treasury.gov.uk/2010_june_budget.htm) El actual Gobierno, liderado por el Primer Ministro del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte David Cameron, reconoce que esta es una medida compleja pero necesaria, para hacer frente al récord histórico de déficit económico que estos países presentan. El eje central ha sido elaborar un plan de control público financiero, que proporcione un trampolín para una recuperación del sector privado y un crecimiento equilibrado de los diversos sectores y regiones. Es posible reconocer la difícil situación que estos países enfrentan en su economía actual y sin lugar a dudas, no existe un camino sencillo para su recuperación. Sin embargo, tienen a su favor décadas de robusta evidencia científica para intentar minimizar los costos sociales asociados. Por ejemplo, una de las principales preocupaciones en Reino Unido es con respecto al congelamiento del subsidio social, esto es recorte del subsidio infantil y de desempleo. A partir de esta importante medida se espera ahorrar cerca de 6 mil millones de libras esterlinas por año. No obstante, las repercusiones sociales y de salud de esta medida, que profundiza la desigualdad económica al interior de la sociedad británica, pueden ser también costosas y duraderas. El propósito de esta carta es invitar a la reflexión crítica de la relación que existe entre las decisiones políticas y la creciente evidencia científica en salud disponible a nivel mundial. Dicha reflexión pretende movilizar la discusión en otras sociedades, como la chilena, respecto de la calidad y fluidez de este diálogo, y su real impacto en la toma de decisiones de cada contexto local.