Show simple item record

dc.creatorOnostre Guerra,Raúl D
dc.date2000-07-01
dc.date.accessioned2019-11-14T12:54:14Z
dc.date.available2019-11-14T12:54:14Z
dc.identifierhttps://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062000000400016
dc.identifier.urihttps://revistaschilenas.uchile.cl/handle/2250/116452
dc.descriptionObjetivo: identificar antecedentes, cuadro clínico, conductas de riesgo individuales y familiares en un grupo de niños víctimas de abuso sexual. Población: niños que denunciaron ser víctimas de agresión sexual en el Organismo Nacional de la Mujer y Familia (ONAMFA) de la ciudad de El Alto, Bolivia, entre marzo de 1995 a marzo de 1996. Material y Métodos: diseño prospectivo y descriptivo (serie de casos), método de muestreo no probabilístico. A todos los niños que cumplieron con los criterios de inclusión se les aplicó un cuestionario que permitió indagar: datos generales, antecedentes familiares, antecedentes de la agresión, repercusiones individuales y familiares del abuso sexual. El examen físico se orientó a la evaluación de las lesiones físicas, obtención de muestras forenses del área genital, búsqueda de enfermedades de transmisión sexual y detección de embarazo. Resultados: de 140 denuncias de agresión sexual, solo 86 cumplieron con los criterios de inclusión. Las edades de las víctimas variaron de 3 a 18 años (promedio: 10,3 años). Predominó el sexo femenino (95%) afectando principalmente al grupo de preadolescentes. La mayoría pertenecían a familias disfuncionales y la agresión sexual ocurrió en su domicilio (54,6%). El tío fue el principal agresor intrafamiliar, vecinos y extraños en el extrafamiliar. El examen físico fue normal en 51% y anormal en 49% de las víctimas. Se encontraron lesiones genitales (44,2%), lesiones anales (4,7%), embarazos (11,7%) y enfermedades de transmisión sexual (9,3%). Las lesiones genitales fueron: ausencia del himen (15%), laceraciones por desgarros (18,6%), himen atenuado (3,5%) y cicatriz en himen (7%). Las lesiones anales fueron: equimosis (1,2%), fisuras (2,4%) y cicatriz (1,2%). En la piel se encontraron lesiones físicas asociadas a la agresión sexual en el 23,3% (sugilaciones, equimosis por mordeduras, fracturas óseas y alopecia por arrancamiento). La madre y tía fueron los principales familiares denunciantes. Conclusión: es importante desarrollar estrategias, mecanismos de prevención y tratamientos de los casos de abuso sexual
dc.formattext/html
dc.languagees
dc.publisherSociedad Chilena de Pediatría
dc.relation10.4067/S0370-41062000000400016
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.sourceRevista chilena de pediatría v.71 n.4 2000
dc.subjectsíndrome de Kempe
dc.subjectabuso sexual
dc.subjectviolación
dc.subjectincesto
dc.subjectlesiones genitoanales
dc.titleAbuso sexual en niñas y niños: Consideraciones clínicas (Bolivia)


This item appears in the following Collection(s)

Show simple item record