The predominant orientation in economic studies tends to place them almost on the fringes of the humanistic sciences, in its effort to assimilate them to the natural sciences. The fact is a direct consequence of the replacement of what was called "political economy", by the new economy; and it’s so dry that it is necessary to ponder if it does not tend to a sterilizing preciosity. The change in name is not a trivial event: it reflects a profound change in attitude. The relative disinterest in institutional and organizational aspects in contemporary economic studies is a disturbing fact. There is a risk of a lack of contact with the most urgent social problems.La orientación predominante en los estudios económicos tiende a colocarlos casi al margen de las ciencias humanistas, en su esfuerzo por asimilarlos a las ciencias naturales. El hecho es una consecuencia directa del reemplazo de lo que se llamó “economía política”, por la nueva economía a secas; y tan a secas que cabe cavilar si no tiende a un preciosismo esterilizante. El cambio en la denominación no es un hecho banal: refleja un profundo cambio de actitud. EI desinterés relativo por los aspectos institucionales y de organización en los estudios económicos contemporáneos es un hecho inquietante. Se corre el riesgo de una falta de contacto con los problemas sociales más urgentes.