Today's strong trends toward economic nationalism have been providing many commodity-producing countries both the opportunity and the courage to drive out foreign investors. The first question one must ask in these cases is whether these nationalist countries, after finally achieving a certain degree of economic "independence" in the field of their raw materials, will be able to keep production on an efficient footing. In a vertically integrated, oligopolistic branch of industry, the possibilities open to nationalist groups depend on where the barriers to competition are located. Where barriers to competition remain under the control of nationalist governments, the interests of the country are better served if it maintains its place within the international oligopolistic system and ably abides by the accepted rules for that industrial branch.Las fuertes tendencias actuales hacia el nacionalismo económico han estado brindando a muchos países productores de materias primas tanto la ocasión como el coraje para expulsar a los inversionistas extranjeros. La primera pregunta que uno debe plantearse en estos casos es la de si esos países nacionalistas, después de alcanzar por fin cierto grado de "independencia" económica en el sector de sus materias primas, serán capaces de mantener la producción en un pie de eficiencia. En una rama industrial verticalmente integrada, de corte oligopólico, las posibilidades abiertas a los grupos nacionalistas depende del lugar en que se encuentran colocadas las barreras a la competencia. Donde las barreras a la competencia permanecen bajo el control de los gobiernos nacionalistas, los intereses del país resultan mejor servidos si este mantiene su lugar dentro del sistema oligopólico internacional y respetando hábilmente las reglas del juego aceptadas en esa rama industrial.