The transnational process of modernization accentuates social fragmentation, giving rise to a demand for "community". The preference for democracy in Latin American countries seems to be motivated mainly by the identification of the democratic order with the restoration of a "community." If emerging democracies do not meet this demand, they risk a populist or fundamentalist regression to absolute truths and closed identities. As substitutes for community, they will only disappear as we develop new forms of social integration and collective identity. One of the greatest challenges for Latin American democracy lies, then, in accounting for that subjective basis of its legitimacy.El proceso transnacional de modernización acentúa la fragmentación social, dando lugar a una demanda de "comunidad". La preferencia por la democracia en los países de América Latina pareciera estar motivada principalmente por la identificación del orden democrático con la restauración de una "comunidad". Si las democracias emergentes no asumen esta demanda, arriesgan una regresión populista o fundamentalista a verdades absolutas e identidades cerradas. En tanto sustitutos de comunidad, estos solo desaparecerán en la medida en que desarrollemos nuevas formas de integración social e identidad colectiva. Uno de los desafíos mayores de la democracia latinoamericana radica pues en dar cuenta de esa base subjetiva de su legitimidad.