In just thirty years, Korea not only grew but also industrialized, becoming a commercial middle power. Its development and industrialization model was designed from the combination of a growth strategy led by the exports of manufactured products and a strict control over imports and the inflow of capital based on the requirements established by the productive development. Once the industrialization goals had been achieved, it faced a process of rethinking its international economic relations marked by openness and liberalization. Weeks before the December 1997 crisis, Korea's external financial accounts were good. The economic crisis, however, surprised Korea at a time of extreme industrial fragility and a domestic economy dependent on international markets, vulnerable to the Asia-Pacific currency and financial crises due to an inefficient and distorted financial system.En solo treinta años, Corea no solo creció sino que se industrializó, convirtiéndose en una potencia media comercial. Su modelo de desarrollo e industrialización se diseñó a partir de la combinación de una estrategia de crecimiento liderado por las exportaciones de productos de manufacturas y un estricto control sobre las importaciones y el ingreso de capitales en función de los requerimientos planteados por el fomento productivo. Una vez alcanzadas las metas de industrialización, se enfrentó un proceso de replanteamiento de sus relaciones económicas internacionales marcado por la apertura y la liberalización. Semanas antes de la crisis de diciembre de 1997, las cuentas externas financieras de Corea eran buenas. La crisis económica sorprendió, sin embargo, a Corea en un momento de extrema fragilidad industrial y una economía interna dependiente de los mercados internacionales, vulnerable a las crisis cambiarias y financieras del Asia-Pacífico debido a un sistema financiero ineficiente y distorsionado.