Las consecuencias de décadas de pensamiento utilitarista que se distanció de la promoción del concepto de dignidad humana en lo político y que se sostuvo impulsar la Economía de Social de Mercado en lo social, pero en los hechos no lo hizo, ha ido minando el concepto de comunidad. En efecto, las características más visibles de aquello es la escasez de servidores públicos y la abundancia de quienes se interesan en servirse de la sociedad. La causa primera de ello ha sido la carencia de ética en la valoración de los actos públicos y privados, es decir de una ciencia moral. El Estado de Derecho en un marco de relativismo axiológico pierde de facto relevancia, ya que la ley y su objeto de orden social en base a sentido de justicia, comienza a carecer de consistencia. Al respecto, Amartya Sen en su obra Desarrollo y Libertad y José Antonio Sanahuja en Altruismo, Mercado y Poder. El Banco Mundial y la Lucha Contra la Pobreza, nos servirán como referencia para acercarnos, primeramente, desde la filosofía económica al objeto de estudio, y el segundo, para comprender el funcionamiento de la lógica del sistema económico mundial, que ha tenido una fuerte incidencia en Chile. En consecuencia, la estrategia de desarrollo en Chile ha estado centrada primeramente en la competencia, falta de regulación del Estado y el crecimiento del Producto Interno Bruto en vista a la necesidad de capitalización de los mercados internos. Así las personas se tienden a trasforman en objetos que sostienen la economía, y esta disciplina se convertir en una ciencia rectora para el funcionamiento del sistema capitalista sin rostro humano. La descomposición de la concepción de libertad, desde una perspectiva personalista, resulta una tesis plausible para comprender la actual reivindicación derechos del individuo, al margen de las responsabilidades hacia los OTROS. En definitiva, se pierde la noción del NOSOTROS y la sociedad se percibe como un mercado en el cual debo disputar mis intereses particulares. Dicho escenario ha sido proclive a la insostenibilidad en la estrategia de desarrollo, situación que requiere con urgencia un regreso al sentido de la política, uno que permita una nueva lectura del bien común, que en definitiva se distancie del materialismo y que nuevamente enjuicie los actos humanos según las consecuencias que tienen sobre los demás. Reimpulsar las virtudes cardinales de la política (justicia, prudencia, fortaleza y templanza) en favor de traer de regreso a servidores públicos que actúen bajo la lógica de la recta razón, y no tan sólo en defensa de los intereses particulares o corporativos de sus electores.The consequences of decades of utilitarian thinking that was not confined to the defense of human dignity in politics and moved away from the Social Market Economy in the social, has undermined the concept of community. In this context we understand the shortage of public servants and the abundance of those who are interested in using society. The first cause of this has been the lack of ethics in the valuation of public and private acts. The rule of law in a framework of axiological relativism loses relevance, since the law and its object of social order based on a sense of justice, begins to lack consistency. In this regard, Amartya Sen in his work Development, Freedom, and José Antonio Sanahuja in Altruism, Market and Power. The World Bank and the Fight against Poverty, will serve as a reference to approach us, first, from economic philosophy to the object of study, and the second, to understand the functioning of the logic of the global economic system, which has had a strong impact in Chile. The logic in Chile's development strategy has been focused primarily on competition, lack of state regulation and growth. Thus, people are transformed into subjects that support the economy, and this discipline tends to become a guiding science for the functioning of the capitalist system without a human face. All this as a consequence in the evolution or decomposition of the conception of freedom, which currently focuses on the rights of individuals, but forgets responsibilities to OTHERS. In short, the notion of us is lost and society is perceived as a market in which I must dispute my particular interests. This scenario has been prone to unsustainability in the development strategy, a situation that urgently requires a return to the sense of politics, one that allows a new reading of the common good, that in the end distances itself from the materialism and that again judges the acts human beings according to the consequences they have on others. Re-boost the cardinal virtues of politics (justice, prudence, fortitude and temperance) in favor of bringing back public servants who act under the logic of right reason, and not only in defense of the particular interests of their electors.