With the objective to evaluate the magnitude of bite problem by dog attack to the people in the city of Santiago, Chile, according to the age of the bitten person, place of occurrence, origin of the biting animal and existence of vaccination, a survey was carried out by personal interview to owner houses of 9,414 houses randomly chosen in 28 communes of the city. A total of 41,496 people were involved in the sample. The results indicated that the bite by dog attack, is a serious problem of public health in the city of Santiago. The mean annual bite rate was 1,262 per 100,000 inhabitants. When the variable age was considered, the main affected group was the 6 to 17 years old with a rate of 2,321 per 100,000 inhabitants. 77.2% suffered the attack of dog in the street and 22.8% of the bites occurred into the house inhabited by the attacking dog. Most of bites were caused by stray dogs with known origin by the affected (43.25%). From the total of bitten persons in the Great Santiago, 39.4% were vaccinated against rabies with the whole scheme of vaccination according to the recommendations of the Ministry of Public Health.Con el objetivo de estimar la magnitud del pro­blema mordedura por ataque de perro en la ciu­dad de Santiago, y su relación con factores como la edad de las personas, lugar de ocurrencia, pro­cedencia del animal mordedor y existencia de va­cunación, se realizó una encuesta por entrevista personal al dueño de casa de 9.414 viviendas ele­gidas aleatoriamente en 28 comunas de la ciudad.Un total de 41.496 personas fueron estudiadas en la muestra.Los resultados indican que las mordeduras por ataque de perro son un serio problema de sa­lud pública en la ciudad de Santiago. La tasa promedio alcanza a 1.262 personas mordidas por cada 100.000 habitantes al año. Al considerar la variable edad, el grupo más afectado fue el de 6 a 17 años con una tasa de 2.321 personas mor­didas por 100.000 habitantes. Un 77,2% sufrió el ataque de perro en la calle y sólo un 22,8% de las mordeduras ocurrió dentro de las vivien­das en que habitaba el perro mordedor. La ma­yoría de las mordeduras fueron provocadas por perros de la calle pero de origen conocido por las personas afectadas, es decir, perros calleje­ros (43,25%). Del total de personas mordidas en el Gran Santiago un 39,4% fueron vacunadas contra la rabia luego de la agresión, recibiendo el esquema de vacunación recomendado por el Ministerio de Salud.