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dc.creatorAróstica Maldonado, Iván
dc.date2020-01-13
dc.date.accessioned2020-07-01T16:46:15Z
dc.date.available2020-07-01T16:46:15Z
dc.identifierhttp://redae.uc.cl/index.php/REDAE/article/view/8078
dc.identifier10.7764/redae.4.9
dc.identifier.urihttps://revistaschilenas.uchile.cl/handle/2250/137114
dc.descriptionNo recuerdo -de momento- quién tuvo la buena ocurrencia de acuñar la expresión “ley acontecimiento”, para aludir a aquella práctica de legislar al galope de la coyuntura. Son las crisis las que gatillan la emisión de nuevas leyes: ayer, para enfrentar un exceso de precipitaciones, aprobamos de prisa la Ley 19.525 (10 de noviembre de 1997) sobre evacuación de aguas lluvias; hoy, en el transcurso de una sequía, sacamos la Ley 19.613 (8 de junio de 1999), que reforma el DFL 1, de Minería, de 1982, ley general de servicios eléctricos.  es-ES
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherPrograma de Derecho Administrativo Económico de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chilees-ES
dc.relationhttp://redae.uc.cl/index.php/REDAE/article/view/8078/7554
dc.sourceRevista de Derecho Administrativo Económico; Núm. 4 (2000): Julio- Diciembre; 407-410es-ES
dc.source0719-5591
dc.source0717-4888
dc.source10.7764/redae.4
dc.titleReforma a la Ley Eléctrica: Derogación de la sequía como caso fortuitoes-ES
dc.titleen-US
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/article
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion


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