This article analyses the role of tax measures for the protection of the environment, both in relation to local pollution and climate change, for which Chile is used as a case study. It argues that there is room for increasing the tax burden on environmental taxes, comparing the revenues that the latter represents in its GDP with the rest of OECD countries. It highlights the relevance of taking into consideration the theoretical framework and the “polluter pays” and “double dividend” principles in the design of environmental taxes, as well as for the design of rest of the alternative or complementary tax measures. It shows that Chile has been a pioneer country in Latin America by including a tax on fixed and mobile emissions. However, it argues that such tax can still be more efficient in terms of its scope and tax rate. On the other hand, it recommends to include a waste management tax, rethink its fuel tax and its specific tax on mining revenues, as neither of these take into consideration environmental aspects or negative externalities.Este artículo analiza el papel de las medidas tributarias para la protección del medio ambiente, tanto en relación con la contaminación local como con el cambio climático, para lo que Chile se utiliza como caso de estudio. Se argumenta que hay espacio para aumentar la carga tributaria de los impuestos ambientales, comparando los ingresos que éstos representan en su PIB con el resto de los países OCDE. Destaca la relevancia de considerar el marco teórico y los principios el que contamina paga y doble dividendo en el diseño de los impuestos ambientales, así como para el diseño del resto de las medidas tributarias alternativas o complementarias. Asimismo, muestra que Chile ha sido un país pionero en América Latina al incluir un impuesto a las emisiones fijas y móviles. Sin embargo, argumenta que dicho impuesto puede ser aún más eficiente en cuanto a su alcance y tasa impositiva. Por otra parte, recomienda incluir un impuesto a la gestión de residuos, repensar su impuesto al combustible y su impuesto específico a la actividad minera, ya que ninguno de ellos toma en cuenta en su diseño los aspectos ambientales o las externalidades negativas.