Este artículo recoge una serie de argumentos con los que se demuestra que el intelecto humano como potencia del alma humana es incorpóreo. Los razonamientos se enmarcan en un contexto aristotélico, en el que se evitan los problemas tanto del dualismo como del materialismo. This paper presents a series of arguments to prove that the human intellect, as a power of the human soul, is incorporeal. Its framework is Aristotelian and so the reasoning avoids the problems inherent to dualism and materialism.