It is unquestionable that, for St. Augustine, Beauty it is an Absolute that, besides being at the foundation of all reality, impregnates Creation with its mark, inviting Man to explore it and arrive finally at its discovery. But such a discovery is not immediate; rather, it supposes the transition through certain human levels of perception. The present paper will concern itself, therefore, with these perceptive moments of the beautiful in Man, yet analyzed from the particular point of view ofthe De Vera Religione.Es indudable que para San Agustín la Belleza es un Absoluto que, además de fundar todo lo real, iinpregna la creación con su huella invitando al hombre a recorrerla y llegar finalmente a su descubrimiento. Pero tal descubrimiento no es inmediato sino que implica el recorrido de ciertos niveles humanos de percepción. El presente trabajo se ocupará, entonces, de esos momentos perceptivos de lo bello en el hombre, pero analizados desde la particular óptica del De Vera Religione.