Este ensayo busca contribuir desde la teoría de la comunicación política a la discusión del diseño del proceso constituyente que se avecina en Chile. Propone que la perspectiva de la pragmática del lenguaje puede aportar con una serie de principios que ayuden a resguardar el desarrollo del diálogo constituyente. A diferencia de la semántica, que se preocupa por el contenido significativo del lenguaje, la pragmática se enfoca en las características de su uso en escenarios concretos. De esta manera, el ensayo toma tres aportes de la perspectiva pragmática y los propone como desafíos específicos para que el diálogo sobreviva en un clima de desconfianza. Siguiendo el Principio de Cooperación, las reglas del diálogo constituyente deben procurar que los participantes hagan contribuciones adecuadas que reduzcan el espacio para malas interpretaciones o confusiones. Igualmente, basado en el Principio de Cortesía, se observa que el diálogo simplemente puede desaparecer si uno de los intervinientes invalida la presencia de un “otro”. El fenómeno lingüístico de la deixis puede también afectar el diálogo si los contextos impactan el significado de los términos de la discusión. El descuido de esta clase de elementos más bien formales del proceso constituyente puede abrir espacios para que actores interesados lo hagan fracasar.