Tras décadas de continuas pérdidas y decadencia del Imperio español, se inició, en el siglo XVIII, un movimiento intelectual destinado a recuperar la grandeza nacional. Este artículo recopila los puntos comunes de una serie de propuestas elaboradas por los intelectuales y economistas representantes de la Ilustración cristiana. En esta corriente de pensamiento se destaca la clara influencia del utilitarismo inglés y francés, la noción de la política como instrumento al servicio y felicidad del ciudadano, la necesidad de reformar al Estado y la consecución de mayores libertades sociales y privadas. El texto concluye señalando que estas tendencias modernizadoras no pretendían romper con la tradición religiosa ni con las instituciones reales, por el contrario, se utilizaron pragmáticamente para reivindicar las glorias del pasado.