En el inicio de este siglo, la marcha continua del capitalismo en la Amazonia brasileña alcanza áreas protegidas, espacios destinados a la preservación y conservación de la naturaleza, y la protección de los territorios tradicionales de los pueblos amazónicos. Estas dinámicas territoriales aumentan las presiones sociopolíticas y económicas en los espacios institucionalizados para garantizar formas sociales de uso colectivo de la tierra y la naturaleza, que garantizan directamente la protección de los servicios ambientales para la sociedad. Analizamos este fenómeno empírico en el estado de Rondônia, localizado en el sur de la Amazonia brasileña, problematizando estos procesos en los territorios de los pueblos indígenas y recolectores de caucho (comunidad tradicional). Se concluye que la expansión de la frontera promovida por los grupos económicos (pecuaria, madera, acaparamiento de tierras, minería y soja), con el apoyo del Estado, alcanza la protección ambiental y cultural de los pueblos amazónicos con fuertes transgresiones a las leyes de organización territorial, cuyo resultado establece un proceso social vinculado a la violencia, al crimen ambiental y la negación de los derechos humanos y territoriales de los grupos sociales directamente afectados.Neste início de século, a contínua marcha do capitalismo na Amazônia brasileira atinge as Áreas Protegidas, espaços destinados à preservação, à conservação da natureza, e proteção aos territórios tradicionais dos povos amazônicos. Essas dinâmicas territoriais ampliam as pressões sociopolíticas e econômicas nos espaços institucionalizados a garantir formas sociais de uso coletivo da terra e da natureza, que diretamente asseguram a proteção dos serviços ambientais para a sociedade. Analisa-se esse fenômeno empírico no estado de Rondônia, localizado na Amazônia meridional brasileira, problematizando esses processos nos territórios dos povos indígenas e seringueiros (comunidade tradicional). Conclui-se que a expansão da fronteira promovida pelos grupos econômicos (pecuária, madeira, grileiros, mineração e soja), com apoio do Estado, atingem a proteção ambiental e cultural dos povos amazônicos com fortes transgressões às leis de ordenamento territorial, cujo resultado institui um processo social vinculado à violência, ao crime ambiental e à negação dos direitos humanos e territoriais dos grupos sociais diretamente afetados.