Este artículo explora la imagen de Penélope en la Odisea de Nikos Kazantzakis, prestando especial atención al modo en que su figura contrasta con la de Odiseo, tal y como se deja ver en las primeras dos rapsodias de la obra. Teniendo en miras el juego radical de identidad y diferencia que el escritor cretense ha efectuado sobre el legado de Homero, hemos de observar al fin cómo en esta frágil, borrosa e incluso arruinada Penélope se esconde, a pesar de todo, una cuestión clave del texto kazantzakiano, a saber: la extrañeza, lugar del desencuentro que mueve al héroe moderno a arrojarse nuevamente al viaje, esta vez sin retorno.This article explores the image of Penelope in Nikos Kazantzakis’ Odyssey, paying special attention to the way her figure contrasts with Odysseus, as can be seen in the first two rhapsodies of the work. Bearing in mind the radical game of identity and difference that the Cretan writer has made on the legacy of Homer, we will finally observe how in this fragile, blurred and even ruined Penelope it hides, despite everything, a key question of the Kazantzakian text, namely: the strangeness, place of disagreement that moves the modern hero to throw himself on the journey again, this time without return.