El artículo analiza la propuesta de sistema electoral acordada por el Grupo de Estudios Constitucionales, también conocido como Grupo de los 24, entre 1978 y 1984. Se postula que su acuerdo surgió de un concepto de democracia que acentuaba el pluralismo y la representación política, y una mediación basada en los partidos políticos antes que en candidatos independientes. Esta combinación, al contrastarla con los postulados oficialistas plasmados en la Comisión Ortúzar, explican la defensa de un sistema electoral proporcional para una futura democracia.