Are the rules for the right to self-defense outdated to address current conflicts like attacks from non-state actors and cyber-attacks?
¿Están las reglas del derecho a la legítima defensa obsoletas para solucionar conflictos actuales como ataques de agentes no-estatales y ciberataques?
Author
Arias, Gonzalo J.
Full text
https://tribunainternacional.uchile.cl/index.php/RTI/article/view/4634410.5354/rti.v6i11.46344
Abstract
The latest US-led coalition’s attacks against ISIS in Syria raised the question whether states can use defensive force against non-state actors. Two critical incidents had previously triggered the discussion on the importance and consequences of cyber-attacks as a new form armed attacks. The first one occurred in Estonia in 2007, when the country experienced extensive computer hacking attacks that lasted several weeks. The second incident happened in 2008, during the Georgia–Russia conflict over South Ossetia, when Georgia experienced cyber-attacks similar to those suffered by Estonia in the previous year. Furthermore, on June 21, 2016, the central banks of Indonesia and South Korea were hit by cyber-attacks on their public websites since activist hacking group Anonymous pledged last month to target banks across the world.
The previous incidents have created, once again, public questioning if the rules on the use of force and the right of self-defense established in the United Nations Charter are sufficient and efficient to address these new forms of attacks. Los últimos ataques de la coalición liderada por Estados Unidos en contra de ISIS en Siria plantearon la cuestión de si los Estados pueden usar la autodefensa contra agentes-no-estatales. Dos incidentes críticos ya habían provocado la discusión sobre la importancia y las consecuencias de los ataques cibernéticos como una nueva forma de ataques armados. La primera tuvo lugar en Estonia en 2007, cuando el país experimentó ataques de piratas informáticos por varias semanas. El segundo incidente ocurrió en 2008, durante el conflicto entre Georgia y Rusia por Osetia del Sur, cuando Georgia, experimentó ataques cibernéticos similares a los sufridos por Estonia en el año anterior. Además, el 21 de junio el año 2016 los bancos centrales de Indonesia y Corea del Sur se vieron afectados por los ataques cibernéticos en sus sitios web por parte del grupo activista de hackers denominado ¨Anónimos.
Los incidentes mencionados han creado, una vez más, el cuestionamiento público si las normas sobre el uso de la fuerza y el derecho a la legítima defensa establecido en la Carta de las Naciones Unidas son eficientes y eficaces para hacer frente a estas nuevas formas de ataques.