For those of us who believe that the Chilean government should have resolutely supported the Anglo-American alliance in its military intervention in Iraq, we note that our diplomacy was zigzagging, contradictory, hasty, unable to articulate national interests with the principles of the country's foreign policy, and ended up imprisoned by public opinion, mostly opposed to the North American intervention. This critical vision is based on a debatable postulate: the national interest advised to support without delay the request of the United States to obtain the authorization of the Security Council of the United Nations that would contribute to the legitimization of the military actions in Iraq. To assume this position, there were sufficient grounds. It was possible to harmonize the national interest with the principle of respect for international law that Chilean foreign policy should promote.Para quienes creemos que el gobierno chileno debió haber respaldado resueltamente a la alianza anglo-estadounidense en su intervención militar en Irak, constatamos que nuestra diplomacia fue zigzagueante, contradictoria, precipitada, incapaz de articular los intereses nacionales con los principios de la política exterior del país, y terminó aprisionada por la opinión pública, mayoritariamente contraria a la intervención norteamericana. Esta visión crítica se basa en un postulado discutible: el interés nacional aconsejaba apoyar sin dilaciones la solicitud de los Estados Unidos para obtener la autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que contribuiría a la legitimización de las acciones militares en Irak. Para asumir esta posición, había fundamentos suficientes. Era posible armonizar el interés nacional con el principio de respeto del derecho internacional que debe promover la política exterior chilena.