In early 1986, there is an opportunity to improve relations between the US and Latin America, but it may be short-lived. Political leaders in most of the countries of Latin America are implementing pragmatic and moderate foreign and economic policies that are compatible with long-term US interests and are willing to cooperate with Washington. They may, however, be forced to change their approach if they are unable to provide some relief from the distressing economic problems facing the region. Washington has yet to take decisive action to ease Latin America's debt burden. We maintain that if the current opportunity to work for Inter-American cooperation is not taken advantage of, the economic and social crisis in Latin America will probably worsen.A principios de 1986, hay una oportunidad para mejorar las relaciones entre EEUU y América Latina, pero puede durar poco tiempo. Los dirigentes políticos en la mayoría de los países de América Latina están implementando políticas exteriores y económicas pragmáticas y moderadas que son compatibles con los intereses de EEUU a largo plazo y están dispuestos a cooperar con Washington. Pueden verse obligados, sin embargo, a modificar su enfoque si no son capaces de dar algún alivio a los angustiantes problemas económicos que enfrenta la región. Pero Washington no ha tomado todavía una acción decisiva para aliviar la carga de la deuda de América Latina. Sostenemos que si la actual oportunidad de trabajar por la cooperación Interamericana no se aprovecha, la crisis económica y social de América Latina probablemente empeorará.