After nearly two decades of discussions and negotiations within the scope of the United Nations and its specialized agencies, very few concrete results have been achieved so far in the so-called North-South Dialogue. The current outlook is grim. The risk that now arises is related to a process of misunderstanding and even confrontation in the North-South negotiating forums. The Brandt Report stands out in the negotiation process between the North and the South. Although it may deserve criticism in relation to several of its parts, it constitutes essentially a positive contribution since it allows a broad and objective vision of the importance and urgency of the prompt resumption of dialogue to be formed.Después de cerca de dos décadas de discusiones y negociaciones en el ámbito de las Naciones Unidas y sus agencias especializadas, son muy pocos los resultados concretos alcanzados hasta ahora por el llamado Diálogo Norte-Sur. El panorama actual es desalentador. El riesgo que ahora se plantea es el de un reflujo en dirección hacia un desentendimiento e incluso la confrontación en los foros de las negociaciones Norte-Sur. El Informe Brandt destaca en el proceso negociador entre el Norte y el Sur. Si bien puede merecer críticas en relación a varias de sus partes, en lo esencial constituye una contribución positiva ya que permite formarse una visión amplia y objetiva de a importancia y urgencia que reviste la pronta reanudación del diálogo.