Since the Second World War, the main goal of Australian foreign policy has been to get North America to ensure Australian security. However, after seventy years of dependence on a great power - Great Britain until 1941, and the United States since then - the time seems to have come for Australians to reflect on some features of this situation of dependence, especially considering the fact that currently Southeast Asia and the Southeast Pacific may have a fairly low priority in the overall US strategy. Today there does not seem to be any great and powerful friend on whose strength we can base our physical security. For the first time, Australia will have to be self-sufficient.Desde la segunda guerra mundial, el objetivo dominante de la política exterior australiana ha sido lograr que Norteamérica garantice la seguridad australiana. Sin embargo, después de setenta años de dependencia de un gran poder –Gran Bretaña hasta 1941, y los Estados Unidos desde entonces–parece haber llegado el momento oportuno para que los australianos reflexionen sobre algunos rasgos de esta situación de dependencia, sobre todo considerando el hecho de que actualmente el Sudeste de Asia y el Sudeste del Pacífico pueden tener una prioridad bastante baja en la estrategia global de los Estados Unidos. Hoy no parece haber ningún amigo grande y poderoso en cuya fuerza podamos basar nuestra seguridad física. Por primera vez, Australia deberá bastarse sola.