The article assesses the evolution of democracy in Chile from the transition to democracy into the settlement of the Constitutional Convention in 2021. Combining institutional and sociological approaches, the main argument consists that the 1980 constitution fostered a strong electoral democracy. However, from an institutional point of view, the rigidity of the constitution allowed a model of constitutional reforms based on intra-elite agreements. These conditions affected negatively the responsiveness of the system to the demands from its environment. At the socio territorial arena, multiple conflicts bursted in the southern regions of the country. Both dimensions converged in the 2019 social unrest, movement that led to the present constituent process.El artículo aborda la evolución de la democracia en Chile desde la transición a la democracia hasta la conformación de la Convención Constitucional en 2021. Combinando una perspectiva institucional y sociológica, el argumento principal consiste en que la Constitución de 1980 permitió construir una democracia electoral sólida. No obstante, desde el punto de vista institucional, la rigidez de la Constitución de 1980 fomentó un modelo de reformas basado en acuerdos de élite, volviendo al sistema institucional poco responsivo ante las demandas ciudadanas. Desde la arena socioterritorial, diversos conflictos estallaron, especialmente en el sur del país. Ambas dimensiones convergieron en el estallido social de 2019, estallido que da vida al actual proceso constituyente.