Raquel Correa prácticamente se mantiene al margen en este libro, sin intervenir en primera persona. La periodista se nos revela, muy fundamentalmente, a través de sus preguntas y contrapreguntas. Los personajes hablan, se revelan y dejan testimonio de sus acciones y de los momentos y circunstancias históricas al responder las preguntas que tantos en las audiencias hubieran querido formular, pero tal vez sólo ella tuvo la oportunidad y sobre todo capacidad de hacer en años en que las condiciones no siempre estuvieron dadas para un periodismo incisivo y directo. Se trata de un libro que exhibe un periodismo que es capaz de trascender porque, a la vez, nos muestra cómo y cuáles preguntas formular para obtener respuestas significativas, y nos ayuda a recordar y comprender las personas y sucesos que han marcado nuestra historia.