En los últimos años el Archipiélago de Chiloé sufre crisis hídricas estivales, a pesar de las intensas lluvias de invierno. La situación ha sido reconocida por el Estado y los gobiernos de turno, adoptando como principal medida la provisión de agua para uso humano en camiones aljibe. Para enfrentar este problema se propuso un trabajo a escala territorial local, realizando un diagnóstico socio-ecológico de la localidad rural de Catruman para evaluar la demanda de agua y las causas de la escasez hídrica. Se identificaron microcuencas abastecedoras de agua y se estableció un trabajo participativo, que incluye a habitantes y gobiernos locales, basado en los principios del manejo ecosistémico adaptativo. Se diseñó una Red Participativa de Agua Rural, que incluye una planificación territorial participativa a escala de microcuenca, monitoreo hidrológico, una red de distribución de agua potable de bajo costo y un humedal artificial depurador de aguas contaminadas. Se realizaron asambleas, capacitaciones y mingas, reconociendo e integrando el saber local. Esta iniciativa es un modelo de intervención territorial de largo plazo, a escala de microcuenca, flexible, escalable y replicable en otros territorios del sur de Chile.