En este artículo se discute el papel que cumplen los precios del suelo en los proyectos del sector inmobiliario residencial, criticando la noción tradicional que los asemeja a un componente de costo dentro del precio final de la vivienda. El artículo resume las principales conclusiones de investigaciones realizadas por el autor en la ciudad de Santiago, especialmente durante el “boom” económico e inmobiliario de inicios de la década de los años 80, cuando se consolidó el predominio del “sistema de promoción inmobiliaria” en el sector. Se argumenta sobre la relevancia de esta discusión para las políticas de suelo urbano, especialmente para la rediscusión actual de estas políticas iniciada por el nuevo gobierno. Se señala que, más que un costo, los precios del suelo son parte de las ganancias generadas por los proyectos inmobiliarios. Los promotores -agentes inmobiliarios con vinculaciones financieras- y los propietarios del suelo establecen una compleja disputa por las rentas del suelo. Justamente la motivación económica principal que llevó a la integración empresarial del proceso de producción de nuevas edificaciones que caracteriza al “sistema de promoción inmobiliario”, fue el intento de los promotores por controlar las rentas de la tierra. El promotor entra a disputar y compartir estas ganancias con quienes tradicionalmente las habían percibido, los propietarios del suelo. El artículo termina ejemplificando el tipo de políticas habitacionales antisegregativas que el Estado podría desarrollar de tener más en cuenta las formas de operación de los agentes inmobiliarios privados y específicamente la función económica real que juegan los precios del suelo.