The author deals on certain diplomatic reports that were presented to the Pope who was assuming his functions to inform him of the situation of the Holy See’s relations with certain countries. The practice began upon the assumption of Pius X (1903-1914) and continued with Benedict XV (1914-1922), who received one relating to Chile from the internuncius Enrico Sibilia. He emphasized the good relations with the government of Chile, but not with the Chilean Curia, which he described as infested with Gallicanism, which the clergy acquired in their formation in the Seminaries. Those Gallicanist manifestations dealt with the recursos de fuerza (finished in 1874), the consideration of the Pope as just a bishop, the derecho de presentación which implied certain understanding between Chile and the Holy See towards the designation of the Chilean Church’s most important apointments and the ill treatment that, in general, the papal representatives had received, which he attributed to the action of the Chilean ecclesiastical leaders. As a solution, he suggested the signing of a Concordat in which these matters would be addressed and settled.El autor se refiere a ciertos informes diplomáticos que se presentaban al Papa que asumía sus funciones para ponerle al tanto de la situación de las relaciones de la Santa Sede con determinados países. Iniciada la práctica a la asunción de Pío X (1903-1914), continuó con Benedicto XV (1914-1922), quien recibió uno relativo a Chile del internuncio Enrico Sibilia. Recalcaba este las buenas relaciones con el gobierno de Chile, mas no con la Curia chilena, a la que calificaba de inficionada de galicanismo, que el clero adquiría en su formación en los Seminarios. Trata de los recursos de fuerza (terminados en 1874), de la consideración del Papa como un obispo más, del sistema de presentación sobre el que había una suerte de entendimiento entre Chile y la Santa Sede y del mal trato que, en general, habían recibido los representantes papales, el que atribuía a la acción de los dirigentes eclesiásticos chilenos. Como solución sugería la subscripción de un Concordato en que se abordaran y zanjaran estas materias.