En el año 2019 el COVID-19 afectó al mundo y a nuestro país, cambiando el contexto ambiental y cotidiano de las personas. Así también, el de la práctica de la Terapia Ocupacional en los diferentes ámbitos de acción y competencias, descubriendo en el ejercicio de nuestras funciones la modalidad de Atención Remota (Telesalud / TeleRehabilitación) como proceso de intervención y acompañamiento con nuestros usuarios, buscando así poder seguir manteniendo el vínculo terapéutico que facilite la consecución de los objetivos de intervención trabajados con ellos.Al referirnos a TeleRehabilitación dentro del ámbito más amplio de la telesalud se habla de la aplicación de la tecnología de la comunicación para respaldar los servicios de rehabilitación (Russell, 2007). Sobre la base de esta definición, la TeleRehabilitación incluye la aplicación de servicios de evaluación, preventivos, diagnósticos y terapéuticos a través de la tecnología de las telecomunicaciones interactivas bidireccionales o multipunto. Es importante considerar que la atención a distancia en Terapia Ocupacional fue un desafío para los prestadores de servicios, tuvieron que desarrollar competencias que quizás nunca se habían puesto en juego en los procesos de terapia ocupacional. Es así, que en algunos establecimientos o dispositivos de salud la telesalud permitió mantener la continuidad en los procesos de atención, considerando que muchas prestaciones fueron suspendidas por contingencia.