La pareja conceptual lengua/dialecto reviste un especial interés para la historiografía de la lingüística por ser ubicua tanto en la terminología especializada de las ciencias del lenguaje como en el vocabulario común. Precisamente, su condición intersticial complica hacerla operativa en los estudios del lenguaje, al punto de que muchas especialistas hoy prefieren recurrir a términos menos cargados de connotaciones y prejuicios, tales como el de variedad lingüística, o bien optan por cuestionar los fundamentos mismos de la distinción (esto es: no habría tales cosas como lenguas y dialectos; serían solo reificaciones de abstracciones, y, en cualquier caso, probablemente hay abstracciones que reflejan mejor la naturaleza del lenguaje). Su complejo entramado conceptual y connotativo se debe tanto a dicha situación intersticial como a la profundidad de la historia de sus usos, cuestión esta última que ha solido quedar soslayada por presumirse la naturalidad y atemporalidad de la pareja conceptual.