La vinculación entre religión y política mantiene una permanente vigencia en las sociedades, pues las comunidades creyentes buscan incidir en la esfera pública y se organizan en y desde diversos partidos políticos. Este artículo pretende analizar y explicar la relación entre los franciscanos con el Partido Conservador, que estaba basada en la defensa de los intereses de la Iglesia, un análisis de la sociedad chilena compartido y la participación de connotados miembros del partido en asociaciones seglares franciscanas. Esta afinidad permite descubrir el por qué, cómo y desde dónde se entendía la adscripción, los límites y las miradas críticas a la acción política conservadora, pues la cercanía de los franciscanos al partido no significaba un apoyo acrítico ni la fusión de la entidad religiosa con la organización política, sino una unión con miras a incidir en el ámbito público en función de objetivos y opositores comunes. Para analizar esta relación se detallarán los vínculos institucionales y asociativos entre ambos y las opiniones de dos escritores franciscanos sobre la organización, las alianzas y la presencia en la esfera pública de dicha organización política. Entre los principales resultados están las características propias y diferenciadas de la filiación de religiosos y laicos de esta espiritualidad; las opiniones compartidas con el partido y sus diferencias por las connotaciones de su carisma, la mirada a experiencias católicas en el mundo y a la cuestión social; y el cariz instrumental desde donde se entendía esta relación en la política chilena.