No puede ser considerado serio, un país donde los parámetros económicos, políticos, sociales y culturales se deciden según el humor con que amanece cada domingo el que rige sus destinos; ya que éstos pueden cambiar por un simple impulso, que va, desde despedir empleados del gobierno, cualquiera que sea su cargo, cambiar ministros o tomar decisiones inconsultas sobre los dineros del país.Esto lo hace, en su programa por el canal 8 (VTV), donde ejerce el oficio de locutor, productor y animador del show y sin límite de tiempo, incumpliendo las normas que pretende aplicar a otros, en lugar de ejercer el que le corresponde como jefe de Estado; cargo que perdió la majestad hace ocho años. A partir del 15 de febrero el show tradicional, cambiará su programación habitual de lunes a viernes por Radio Nacional de Venezuela y el día jueves por radio y televisión (VTV); según información del Ministerio de Información y Comunicación.No es un país seguro aquel donde se violan las normas y derechos humanos, se insulta o humilla no importa a quién; ni la iglesia se ha salvado de los desvaríos y arremetidas verbales del mandante; donde no hay seguridad jurídica; los poderes están confiscados; se actúa bajo amenaza y lo que más angustia, el futuro incierto de los que aquí estamos y el de las próximas generaciones.