The Hegel-Nietzsche relationship is almost always problematic and contradictory when it starts from the most orthodox traits of both authors, when it starts from the most metaphysical Hegel and the most irrational Nietzsche. These assessments are nothing more than common places, however. Both Hegel and Nietzsche are two great critics of Modernity, who start from apparently opposite positions, although they agree in a negative diagnosis of this era, at least in their youth period. Both thinkers conjure Antiquity as an antithesis of Modernity, as a world of greater freedom and vitality in the face of the values of the modern bourgeois world. Their criticism confronts two opposing readings of Antiquity in so far as the ancient world is not presented as the correlate of the modern and enlightened world, but as its opposite, so that both make an untimely reading of the past to criticize their present.La relación Hegel-Nietzsche casi siempre resulta problemática y contradictoria cuando se parte de los rasgos más ortodoxos de ambos autores, cuando se parte del Hegel más metafísico y del Nietzsche más irracional. Estas apreciaciones, sin embargo, no son más que lugares comunes. Tanto Hegel como Nietzsche son dos grandes críticos de la Modernidad, quienes parten de posturas aparentemente contrarias, aunque coindicen en un diagnóstico negativo de esta época, esto al menos en su periodo de juventud. Ambos pensadores conjuran a la Antigüedad como antítesis de la Modernidad, como un mundo de mayor libertad y vitalidad frente a los valores del moderno mundo burgués. Su crítica confronta dos lecturas opuestas de la Antigüedad en tanto que el mundo antiguo no se presenta como el correlato del mundo moderno e ilustrado, sino como su opuesto, de manera que ambos realizan una lectura intempestiva del pasado para criticar su presente.