Este artículo identifica el lugar y las piezas que el artista chileno Alfredo Valenzuela Puelma pintó en Interior del Louvre (1888) y propone que la elección de este espacio de tránsito, que comunicaba las salas más visitadas del Louvre y que albergaba obras que aún no encontraban su localización definitiva, revela una toma de posición del pintor respecto a la purgación de la colección del Museo de Bellas Artes de Santiago de las pinturas realizadas por los primeros directores y estudiantes pensionistas de la Academia de Pintura. El artículo presta atención a las expectativas de Valenzuela Puelma respecto a las circunstancias en debía ser expuesto Interior del Louvre en Santiago y en París y la persistencia en ambos contextos de discursos clasicistas que prescribían o limitaban la presencia de conjuntos de obras al interior de los relatos de la historia del arte y de las colecciones museales.