In Chile, as in the rest of the world , industrial heritage shows varying degrees of valuation. That is how several industrial neighborhoods, particularly those located in intermediate cities, are struggling between the ‘ruinification’ or the redevelopment of its built heritage. This problem has gained notoriety in the last decades due to increasingly mobilized citizens, to which state actors have responded reactively. Using Bellavista’s textile neighborhood as a case study, the purpose of this research is to analyze theinteraction, agenda, and ability to influence of different types of actors in the heritagization processesas well as the strategies used in particular by social actors to overcome power asymmetries. The discourse and network analysis (SNA) showed powerful evidence regarding the organization of social actors in intersectoral and multi-scale ‘communities’, which are in turn articulated around key actors. The analysis also shows the importance of these links to modify power asymmetries, as well as the articulating potential of the local government. However, this potential is strongly limited because of its ambivalent trajectory and the consequent distrust of social organizations.  En Chile, tal como ocurre a nivel global, el patrimonio industrial presenta dispares grados de valoración. Antiguos barrios industriales en ciudades intermedias se debaten entre la “ruinificación” y el redesarrollo de su legado construido. Este problema ha cobrado notoriedad en las últimas décadas, gracias a una ciudadanía cada vez más movilizada por la defensa patrimonial; y frente a la cual los actores públicos y privados han respondido reactivamente. A partir del caso del barrio textil de Bellavista, el objetivo de esta investigación es estudiar la interacción, agendas y capacidad de incidencia de diversos tipos de actores en procesos de patrimonialización, así como las estrategias utilizadas en particular por los actores sociales para superar las asimetrías de poder. El análisis de discurso y de redes arrojó una poderosa evidencia con respecto a la organización de los actores en comunidades intersectoriales y multiescalares, las que se articulan a su vez en torno a actores claves. Se verifica la importancia de estos vínculos para alterar las asimetrías de poder, así como el potencial articulador del gobierno local; empero, esto está fuertemente limitado por su ambivalente trayectoria y la consecuente desconfianza de los movimientos sociales.