Dibujo colectivo. Introducción a la práctica del dibujo
Abstract
Desde los orígenes del colectivo MICH2 el dibujo ocupó un lugar fundamental. Sin mediar algún tipo de programa inicial al que rendir cuentas, el dibujo se convirtió rápidamente en el lenguaje predilecto de nuestro pensamiento, por ser la expresión común a todos los integrantes del colectivo. Asumido este hecho, pasamos de lo común a lo colectivo, pues no bastaba con que cada uno de nosotros dibujara en soledad, se hizo necesario trascender los ideales autorales para –de ese modo– perdernos y enredarnos en lo participativo, como un acto de confianza y libertad. Así, entre todos aportamos enlaces y/o engranajes inesperados, capaces de generar realidades hasta ese entonces inéditas, porque el dibujo de ‘los otros’ comenzaba a repercutir en el nuestro, y viceversa.
Para cuando nos preguntamos por el dibujo como lenguaje visual y/o práctica tradicional de las artes ya nos concebiamos a nosotros mismos como dibujantes; para cuando quisimos conceptualizar nuestras metodologi?as de trabajo, nuestras croqueras ya se habían convertido en las moradas de incontables dibujos y/o mapas conceptuales.