Ya hemos conmemorado en Chile los 50 años del golpe cívico militar: es una fecha que generó muchas expectativas como un hito relevante en la historia política y social de nuestro país. Pese a todo lo dicho y escrito, todavía no es posible encontrar una explicación consensuada de las causas que desembocaron en el quiebre violento de nuestra democracia. Más aún, a medio siglo, los odios parecen reavivarse entre sectores políticos extremos. En este ensayo, me pregunto por el camino para la paz democrática y la convivencia en este desafiante siglo XXI.We have already commemorated the 50 years of civilian-military coup in Chile: that is a date which generated several expectatives as a relevant milestone in the social and political history in our country. Despite all of said and written, it is not yet possible to find an agreed explanation about the causes which flow into the violent breakdown of our democracy. Even more, after half century, the hatred seem rekindle between extreme political spheres. In this essay, I ask myself about the path for the democratic peace and convivence in this challenging XXI century.