Las teorizaciones platónkas sobre los efectos de lo bello y las de Aristóteles acerca de la tragedia reconocieron, tempranamente, la importancia de los efectos del arte en los seres humanos. A través del tiempo y de su diversidad, el arte ha mostrado su capacidad de dar forma a lo indeterminado, de cambiar y dar nuevo sentido a la existencia . Este hecho ha motivado a artistas, educadores, expertos en arte y en ciencias de la conducta y de la salud a realizar acciones destinadas a reintegrar las artes a la vida cotidiana. Cualquiera que sea la modalidad de participación en el proceso artístico, ya sea como creador, intérprete o receptor, el arte permite ex­ presar y cambiar la experiencia interior y percibir el mundo de modo diferente. Hay en la vivencia del arte y la creatividad un enorme potencial para la labor formativa y la superación de trastornos que interfieren el desarrollo personal y social.