Los ramales ferroviarios en Chile pasaron a solucionar el problema del aislamiento en zonas alejadas de los centros de abastecimiento urbano. Por esta razón uno de los principales objetivos de la instalación de líneas férreas unidas a la red central fue la carga de materias primas y recursos naturales que ayudaron a la producción local de las regiones, como parte de un proceso de expansión del mercado local. El tren de pasajeros para viajes recreacionales, no fue la causa principal de la construcción de los ramales en Chile, la actividad de carga de materias primas, ya sea de faenas mineras como agrícola, fue el motivo central de la extensión de las líneas a zonas menos pobladas de Chile. En el caso del ferrocarril de San Fernando a Pichilemu se extiende una red asociada a la carga de materias primas de las haciendas de la zona, como parte de un proceso de aumento de producción, pero que se concretó por las acciones de los empresarios agrícolas de la zona con representación en el Congreso y el Municipio de Pichilemu. Sin embargo, la construcción de la vía tuvo retrasos en la ejecución y financiamiento, asociados, a la dependencia de los fondos estatales que retrasaron el proyecto definitivo.