Pequeña historia de las sucesivas etapas de interpretación del Oriente en Nuestra América, desde la Colonia hasta el siglo XX. Se sostiene que el orientalismo europeo siempre fue influyente, pero hubo también pequeñas muestras de originalidad americana: la preferencia por el Extremo Oriente asiático en la Colonia (debido a la mayor interacción con esta región por vía del océano Pacífico), o la búsqueda de inspiración estética, filosófica y hasta política en el Oriente en las primeras décadas del siglo XX. Junto a estos periodos tendientes a una interpretación propia, hubo otros de mayor eurocentrismo, en que el orientalismo americano siguió con bastante fidelidad su modelo europeo, por ejemplo, la primera Ilustración o el liberalismo decimonónico. Sin embargo, aun en estos periodos las finalidades ideológicas fueron distintas, ligadas a la justificación de los grupos dominantes criollos. El artículo concluye señalando la distinta posición de Nuestra América ante la alteridad, y cómo dicha posición fue y sigue siendo un acicate de la curiosidad por el Oriente.