The debate about the shape of churches practically goes back to the origins of Christianity, involving geometrical, phenomenological, liturgical, and pastoral factors. The next time the discussion sparked was after the Second Vatican Council, defining the ideological stance of a certain ecclesiastical community. In 1961, Luis Moya had published certain considerations about the topic in the context of a contest in which he acted as jury. If as a church builder he always looked for the perfect floor plan that could harmonize with the lineal and central scheme –the two opposite positions of the debate– his reflections broadened the scope of discussion, helping to frame the issue in a more general historiographical context. The paper concludes making some suggestions for the churches’ planimetric design helping them adequately respond to the specific requirements of different canonic types.El debate sobre la forma de una iglesia se remonta prácticamente a los orígenes del cristianismo, y en ella intervienen factores geométricos, fenomenológicos, litúrgicos y pastorales. Esta cuestión se reactivó por última vez tras el Concilio Vaticano II, hasta llegar a definir el posicionamiento ideológico de una determinada comunidad eclesial. En 1961, Luis Moya había publicado algunas consideraciones sobre este tema a propósito de un concurso en el que actuó como jurado. Si como constructor de iglesias siempre buscó la planta perfecta que armonizara el esquema lineal y el central –los dos extremos del debate– sus reflexiones amplían el ámbito de la discusión, ayudando a encuadrar el problema en un contexto historiográfico más general. El artículo concluye sugiriendo algunas recomendaciones para el diseño planimétrico de las iglesias, de modo de que puedan responder adecuadamente a los requerimientos específicos de los diversos tipos canónicos.