2020 is one of the most complex years that we have experienced in the last 50 years, both as a global society, as well as as individuals and as a family and work environment. Despite that, or because of that, it became more necessary to think and write, while taking care of ourselves. In the academic field, (self)care becomes unequal between men and women. Women academics not only dedicate themselves to the academic field from “home”, but also to “naturalized care”. On the other hand, we find academics who do not have jobs or have them in precarious conditions. There are also those who were overwhelmed with work, accompanying, even taking care of, their students.El 2020 es uno de los años más complejos que hemos vivido en los últimos 50 años tanto como sociedad global, como personas y entorno familiar y laboral. Pese a eso, o debido a eso, se hizo más necesario pensar y escribir, mientras nos cuidábamos. En el ámbito académico, el (auto)cuidado se torna desigual en hombres y mujeres. Las mujeres académicas no sólo se dedican al ámbito académico desde “casa”, sino también a los “cuidados naturalizados”. Por otro lado, encontramos a los académicos que no disponen de plazas de trabajo o las tienen en condiciones de precariedad. También están aquellos, que se vieron saturados de trabajo, acompañando, incluso cuidando a sus estudiantes.