El rol de la ira en la Constitución chilena de 1980
Author
Iriarte Baron, Álvaro
Abstract
El constitucionalismo moderno, tal como se entendió después de la Revolución americana y de la francesa, inspirado en diferentes grados por el racionalismo y la Ilustración, tiende a ocultar el papel de las emociones en la redacción del texto: la razón y sus dictados son elogiados como supremos en la elaboración de las constituciones. De ahí que el derecho constitucional se entienda a menudo como expresión de la negociación racional de los intereses sociales o como la voluntad popular, en ambos casos, sin un componente emocional. Contrariamente a esta visión, algunas voces consideran que las emociones tienen un papel en la elaboración de los textos constitucionales: las emociones sí participan en la construcción no solo de la constitución de una determinada nación, sino también en la cultura del constitucionalismo del respectivo país. La emoción comúnmente asociada con el constitucionalismo moderno es el miedo, pero también es posible encontrar influencia de la ira que se manifiesta de diversas maneras. Las emociones predominantes detrás de la redacción de la Constitución de 1980 permiten entender no solo las bases de la institucionalidad que se implementaron, sino que también el objetivo final de quienes participaron en la redacción de este texto y su intención de proyectarlo en el tiempo. Identificar el rol de las emociones en la redacción de un texto constitucional permite entender de mejor manera la Carta Fundamental, no solo para interpretar sus deposiciones, si no que para entender el origen del régimen institucional que busca establecer.