The following work presents a brief analysis of the nexus between post-colonialism, capitalism, and disasters in Chile and Latin America, with the aim of rethinking disaster risk management and reduction in the region for the coming decades. Thus, a radical reimagining of disasters in Latin America should emphasize the empowerment of marginalized voices, proactive disaster risk reduction, inclusive development, community resilience, the resolution of systemic injustices, and international solidarity. By integrating the perspectives and needs of indigenous communities and the urban poor into disaster planning, cities, and territories, prioritizing prevention and preparedness, redefining development to focus on well-being and sustainability, and fostering local initiatives, this approach demands that we address deep inequalities and other underlying factors of risk and maldevelopment. Addressing systemic issues such as land rights and wealth inequality, and promoting international collaboration, this radical reimagining can transform disasters into opportunities for positive social change, paving the way for a more just and equitable future in the region.El siguiente trabajo presenta un breve análisis del nexo entre poscolonialismo, capitalismo y desastres en Chile y América Latina, con el fin de re-pensar la gestión y reducción del riesgo de desastre en la región para las próximas décadas. Así, una re-imaginación radical de los desastres en América Latina debe enfatizar el empoderamiento de las voces marginadas, la reducción proactiva del riesgo de desastres, el desarrollo inclusivo, la resiliencia comunitaria, la resolución de injusticias sistémicas y la solidaridad internacional. Al integrar las perspectivas y necesidades de las comunidades indígenas y los pobres urbanos en la planificación de desastres, ciudades y territorios, priorizando la prevención y la preparación, redefiniendo el desarrollo para centrarse en el bienestar y la sostenibilidad, y fomentando iniciativas locales, este enfoque nos exige abordar las profundas desigualdades y otros factores subyacentes del riesgo y el mal-desarrollo. Abordando cuestiones sistémicas como los derechos sobre la tierra y la desigualdad de riqueza, y promoviendo la colaboración internacional, esta re-imaginación radical puede transformar los desastres en oportunidades para el cambio social positivo, allanando el camino hacia un futuro más justo y equitativo en la región.