Durante el siglo XV, el sistema urbano en Cuenca se desarrolla sobre la base de un equilibrio de poderes, alcanzado mediante acuerdos informales entre los dos grandes segmentos de su colectivo dominante: la elite de poder y la elite de participación. Esos acuerdos implicaron el acceso privilegiado de la elite de participación a ciertas áreas de recursos de la ciudad, entre las que se encontraban los oficios. La elite de poder -los linajes regimentales- desarrolló diferentes mecanismos que le permitieran mantener bajo un control razonable a la elite de participación. Entre dichos mecanismos se encontró la construcción de una práctica de conducta cívica que se presenta como modelo de actuación para el conjunto de la sociedad urbana. En este trabajo se examina su funcionamiento en el marco comparado de los oficios del Fuero y las escribanías del número.