Approaching the Elizabethan concepts of emotion. Emotional vocabulary in the English treatises by Thomas Rogers (1576) and Thomas Wright (1601)
Aproximación a los conceptos isabelinos de emoción. El vocabulario emocional en los tratados ingleses de Thomas Rogers (1576) y de Thomas Wright (1601)
Author
Baldwin Lind, Paula
Full text
https://cuadernosdehistoria.uchile.cl/index.php/CDH/article/view/7631910.5354/0719-1243.2024.76319
Abstract
This article analyzes the notion of emotion in early modern England, specifically throughout the Elizabethan era, from some perspectives of cultural history (Febvre and Burke) and the so-called “affective turn”. First, it identifies the terms that describe and allude to emotions in two of the most representative treatises on the subject, those of Thomas Rogers and Thomas Wright, published in 1576 and 1601, respectively, to verify that the term “emotion”, which describes a certain alteration of mood, does not appear in these sources, as its use in English is later. Both writers choose concepts that they consider synonymous to refer to emotions, whether “feelings”, “perturbations”, “motions”, or “affections”, but, above all, “passions”, which emphasizes the intensity of that which is suffered, although without entirely denying human agency. Secondly, it is established that both sources draw on Hippocratic-Galenic humoral theory and the philosophical heritage of Aristotle and Augustine, among others, but differ in the moral perspective of the emotions, for while Wright professed Catholicism, Rogers adhered to the Protestant Reformation. Finally, it is argued that Elizabethan culture assumes that the male subject not only experiences and expresses emotions in a different way than women, but also that while his emotions are rooted in the brain, liver and spleen, the entire female emotional structure, with its various manifestations, is associated with the womb. En este artículo se analiza la noción de “emoción” durante la Modernidad temprana inglesa, específicamente a lo largo de la era isabelina, desde algunas perspectivas de la historia cultural (Febvre y Burke) y del llamado “giro afectivo”. En primer lugar, se identifican los términos que describen y aluden a las emociones en dos de los tratados más representativos acerca del tema: el de Thomas Rogers y el de Thomas Wright, publicados en 1576 y 1601, respetivamente, para comprobar que el término “emoción”, que describe cierta alteración del ánimo, no aparece en estas fuentes, pues su uso en lengua inglesa es posterior. Ambos tratadistas optan por conceptos que consideran sinónimos para referirse a las emociones, ya sea “sentimientos”, “perturbaciones”, “mociones”, o “afectos”, pero, sobre todo, “pasiones”, lo que resalta la intensidad de aquello que se padece, aunque sin negar del todo la agencia humana. En segundo lugar, se establece que ambas fuentes se sustentan sobre la base de la teoría humoral hipocrática-galénica y de la herencia filosófica de Aristóteles y de San Agustín, entre otros, pero difieren en la perspectiva moral de las emociones, pues mientras Wright profesó el catolicismo, Rogers adhirió a la Reforma protestante. Finalmente, se plantea que la cultura isabelina asume que el sujeto masculino no solo experimenta y expresa las emociones de un modo diferente al de las mujeres, sino que, además, mientras sus emociones radicarían en el cerebro, el hígado y el bazo, toda la estructura emocional femenina, con sus diversas manifestaciones, se asociaría al útero.