This paper examines how sources on the financing of the Royal Army of Chile in the 17th century provide information regarding the Jesuit missions established in the forts and “presidios” of the mapuche frontier, Buena Esperanza, and Chiloé. These missions received an annual salary–known as the "synod"–charged to the army’s budget–the "real situado"–which was financed by the Royal Treasury of Lima. In this way, the Crown assumed responsibility for the evangelization of the Reche-Mapuche communities in the Biobío borderline, as well as that of the soldiers themselves. Considering this, the first objective of this study is to identify information about the missions found in the real situados written by the officials of the Royal Treasury of Lima and in the “account letters” prepared by officials from the Treasury of Concepción or inspectors sent from Lima. Secondly, other non-accounting sources related to the distribution of the synod are analyzed. These include provisions on how the situado was to be allocated and its amount; memorials, and reports on the fairness of the distribution; and letters from other religious orders opposing payments to the Jesuits. This examination sheds light on economic and moral judgments concerning the payments received by the missionaries: their fairness, adequacy, or moral value. This dual analysis reveals key aspects of missionary culture on the Chilean frontier, including forms of negotiation and economic subordination of soldiers, tensions with different religious orders, the importance of economic control over missions, and the moral economy of the missionaries themselves, which intertwined economic survival with spiritual salvation. These aspects complement, from an economic perspective, the broader understanding of the confessional nature of Jesuit military missions.El presente trabajo se interroga por la forma en que las fuentes sobre el financiamiento del Real Ejército de Chile en el siglo XVII proporcionan información relativa a las misiones jesuitas asentadas en los fuertes y presidios de la frontera mapuche, Buena Esperanza y Chiloé. Estas misiones recibían un sueldo anual –“sínodo”–con cargo al presupuesto del ejército -el “real situado”-, que estaba financiado por la Real Caja de Lima. De este modo, la Corona tomaba a su cargo la evangelización de las comunidades Reche-mapuche en la frontera del Biobío, pero también la de los mismos soldados. Teniendo esto en cuenta, este trabajo se propone, en primer lugar, reconocer la información sobre las misiones presente en los Reales Situados redactados por los oficiales de la Caja de Lima; y en las “cartas cuenta” elaboradas por oficiales de la Caja de Concepción o inspectores enviados desde Lima. En segundo lugar, se analizan otras fuentes no contables relativas al reparto del sínodo. Se trata de disposiciones sobre el modo de repartir el situado y su cantidad, memoriales e informes sobre la justicia del reparto y cartas de otras órdenes religiosas en contra del pago a los jesuitas. Este examen permite tomar constancia de los juicios económicos y morales en torno a las pagas que recibían los misioneros: su justicia, su suficiencia o su valor moral. Este doble análisis saca a la luz algunas evidencias sobre la cultura misionera en la Frontera de Chile: las formas de negociación y subordinación económica de los soldados; las tensiones con las distintas órdenes; la importancia del control económico de las misiones; y la economía moral de los mismos misioneros, que entrelaza supervivencia económica con salvación espiritual. Se trata de aspectos que complementan, desde el ámbito económico, el panorama sobre los modos confesionales de las misiones castrenses jesuitas.