Este artículo propone una comprensión de la filosofía y la teología como parte de un modelo paradigmático basado en el diálogo intercultural, el que se podría hipotéticamente considerar como una suerte de paradigma teórico-práctico cuya transversalidad inauguraría problemáticamente las nuevas relaciones y tensiones entre la teología y la filosofía en contexto. Esta relación mancomunada que apreciamos inicialmente no oculta algunas diferencias y tensiones del pasado que pueden darse aún entre ellas. Éste es un ideal sobre todo práctico requerido para encontrar nuevos caminos para reconstruir una filosofía y una teología prácticas, que colaboren en la búsqueda de unos caminos en pos del difícil ideal ético-político de una convivencia de la humanidad dislocada por procesos de globalización, y donde surjan de encuentros entre pueblos y culturas en vistas a inter-comprensión de pueblos y religiones, que se ha vuelto tan álgido en estos últimos años tanto en territorios interétnicos como a escala planetaria.